Con la entrada de la primavera la naturaleza se despierta, la alergia primaveral también, todo florece de nuevo, el día es más largo y las actividades al aire libre se convierten en algo habitual.
Pero con ella también se inician problemas de salud como son la rinitis alérgica, que suele cursar con congestión, mucosidad, estornudos, picor y, a veces, irritación nasal, o bien la conjuntivitis alérgica con su irritante lagrimeo y picor, alergias en la piel o el asma bronquial, donde nos encontramos con síntomas tales como son la dificultad al respirar, tos seca, constante a veces, y normalmente con sibilancias que son los “pitos” característicos que se escuchan al respirar de quien sufre esta enfermedad.…

Esto no quiere decir que sólo se sufran las enfermedades alérgicas en la primavera, de hecho, se puede sufrir durante todo el año y por diferentes motivos, aunque es cierto que la primavera es una estación especialmente difícil para quien sufre alergia por el exceso de polen que hay al ambiente.

Normalmente, los pacientes que sufren estas enfermedades, acostumbran a tomar o bien antihistamínicos o bien antiinflamatorios esteroideos (cortisona), que son medicamentos que ayudan a paliar los síntomas alérgicos pero que habitualmente no curan y que el paciente los tendrá que ir tomando de una forma constante y periódica.

Los tratamientos con Homeopatía no sólo nos ayudan a eliminar y paliar los síntomas, como lo pueden hacer los medicamentos convencionales y con la particularidad de no tener efectos secundarios, sino que además, un buen tratamiento homeopático puede encontrar el camino de solucionar la alergia , y con el tiempo, no tener que tomar ningún tipo de medicación. Se consigue mejorar de tal manera nuestro sistema inmunológico que nuestro cuerpo, podrá reaccionar adecuadamente al ataque alérgico y evitar así la crisis alérgica.

Conjuntamente con el tratamiento homeopático, es importante también poder tratar y mejorar nuestra flora intestinal. La flora intestinal está formada básicamente por un conjunto de diferentes bacterias que viven de forma habitual en el tracto intestinal, y que se denominan probióticos. Estas bacterias necesitan un medio adecuado al intestino para poder crecer y regularse y este sustrato está formado básicamente por las partes de los alimentos que comemos que no son digeribles, donde se estimula el crecimiento y la actividad de las bacterias y esto se llama sustrato prebióticos.

Una alteración de estas bacterias probióticas o del sustrato prebiótico no sólo hace que tengamos problemas digestivos como hinchazón, gases, digestiones malas o pesadas, sino que ademas, esta alteración del conjunto de nuestra flora intestinal hace que nuestro sistema inmunológico disminuya y de esta manera, hace que se abra la puerta a sufrir problemas alérgicos entre otros.
Por este motivo se debe hacer un estudio muy cuidadoso a través de las heces de cómo esta nuestro estado de salud intestinal para saber de una forma rigurosa cuál es el mejor tratamiento para equilibrar la flora intestinal y así mejorar nuestro sistema inmunológico y con él, la alergia.

Por último no podemos olvidar, que la alimentación juega un papel importante en la mayor parte de las enfermedades pero sobre todo en la alergia. No estamos hablan sólo de las personas que son celíacas o las personas con intolerancia a la lactosa o las que padecen alergias alimentarias, estamos hablan de la influencia de los alimentos en agravar o mantener un estado alérgico. Se hará un estudio personalizado para saber cuáles son los alimentos que toleramos mejor y que debemos potenciar y los alimentos que nos pueden hacer daño, sin que lo sepamos, y que los tendríamos que eliminar. Hay alimentos que si se consumen de forma regular, diaria, tienen una influencia negativa por lo general todos los que sufren de alergia.

Por eso, pienso que la mejor opción para tratar las alergias es un tratamiento homeopático, haciendo cuidado de la salud intestinal y con una alimentación personalizada en función de la enfermedad y los resultados de los estudios complementarios.

Medicina homeopática y ortomolecular- Nutrición energética.