¿Duermes menos de ocho horas?¿te levantas con la sensación de no haber descansado?¿te cuesta conciliar el el sueño o te despiertas a media noche?… quizá padezcas de INSOMNIO.
Las consecuencias de la falta de sueño y la dificultad para conciliarlo son muy variadas, todas con un efecto común: afectan de modo negativo a la persona que lo sufre disminuyendo su calidad de vida y ocasionando disminución del rendimiento diario, estrés, ansiedad y depresión, si se convierte en un problema crónico.
Son muchos los desencadenantes del insomnio por eso nos vamos a centrar en dos aspectos que TODOS podemos modificar para mejorar la calidad de nuestro sueño: la ALIMENTACIÓN y la creación del espacio idóneo para dormir.
1) ALIMENTACIÓN:
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Evitar cenas copiosas: la cena debe ser ligera, un plato con verdura, cereal integral y proteína vegetal es perfecto. Evitar fritos, proteína animal y azúcares refinados. Lo idóneo es un buen desayuno, una comida completa y una cena ligera; entre horas es bueno comer alguna pieza de fruta natural, de esta forma no llegaremos a la cena con tanta hambre y evitaremos así una gran cena.
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Cenar temprano: debemos cenar, al menos, dos horas antes de ir a dormir, de esta forma el proceso de la digestión se realizará de forma completa. Si nos vamos a la cama recién cenados el cuerpo gasta una energía en este proceso en detrimento de la conciliación del sueño.
2) CREACIÓN DE UN ESPACIO IDÓNEO PARA EL SUEÑO
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Es necesario crear un espacio libre de radiaciones: apagar el wifi, móvil, tablets, ordenadores,..fuera de la habitación, la televisión desconectada de la red eléctrica, despertadores con pilas,..son aspectos que habitualmente no se tratan en personas con problemas de insomnio y que pueden ocasionar irritabilidad del sistema nervioso.
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