Aunque es un producto que lleva entre nosotros muchos años, la soja texturizada ha ganado mucho en popularidad y podríamos decir que está de moda, sobre todo entre los veganos, vegetarianos o quienes buscan reducir el consumo de carne.
¿Qué es la soja texturizada?
La soja texturizada es una proteína vegetal obtenida a partir de harina de soja. De ésta, se extrae la proteína y se le da la textura, que puede ser fina o gruesa.
Estas son las dos presentaciones más habituales, aunque también es posible encontrar alternativas ya cocinadas (en forma de albóndigas o filetes).
En un producto alimentario práctico a tener en la despensa, ya que al estar seca (como la pasta), su conservación es de larga duración. También resulta práctica por el hecho de tener un sabor bastante neutro, de esta manera combina con un sinfín de verduras y salsas.
Habitualmente se consume en raciones de 50 gramos por persona. El aporte nutricional que ofrece es un bajo nivel de grasas y alto contenido en proteínas. No contiene aditivos ni colorantes y es totalmente natural.
¿Cómo se obtiene la soja texturizada?
Para llegar hasta lo que nosotros conocemos como soja texturizada, se lleva a cabo un proceso natural, pero algo complejo.
1º Se extrae el aceite de las habas de soja. Este aceite se separa para hacer más tarde lo que se conoce como aceite de soja.
2ª La parte sólida que permanece se deshidrata para obtener la harina de soja. Tras un proceso en el que se incluyen pasos como presión, texturización, calentamiento y deshidratación, obtenemos el producto final: la soja texturizada.
Valor nutricional de la soja texturizada:
La clave del éxito de la soja texturizada en la alimentación vegana y en que cada vez más personas omnívoras quieran incorporarla a su menú es que, al margen de tratarse de un producto vegetal, tiene un valor nutricional excepcional.
Es muy rica en proteínas, fibra dietética y lecitina (esto último favorece la asimilación de vitaminas).
También es bajo en grasas y su contenido calórico ronda las 300 kcal por cada 100 gramos de producto.
¿Cómo preparar la soja texturizada?
Lo primero que tenemos que hacer es preparar el ingrediente.
Si hemos comprado la soja ya elaborada, solo tendremos que seguir las instrucciones del productor.
Si, por el contrario, hemos optado por soja texturizada deshidratada, tendremos que seguir un proceso previo a la preparación del plato.
El primer paso es hidratarla: colocamos la soja en un bol y la cubrimos con el doble de agua caliente de su volumen. Dejamos reposar quince minutos y ya está lista.
Ahora la cocinamos como si fuera carne picada al uso: salsa boloñesa, relleno de berenjenas, salteada con verduras, en lasaña, hamburguesas o albóndigas.
Es muy importante que condimentemos bien nuestros platos o bien les añadamos alguna salsa o algún complemento con un sabor más fuerte ya que, la soja texturizada de por sí es bastante sosa. Nuestros platos no tienen que ser aburridos si elegimos la compañía ideal.
Por último, no olvidar: debemos consumirla ocasionalmente porque no deja de tratarse de un alimento procesado y toda dieta equilibrada y saludable debe, ante todo, constar de ingredientes y alimentos naturales, tal y como la naturaleza nos los ofrece.
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