La fibromialgia es una enfermedad reumática que se caracteriza por dolor muscular crónico sin una causa física clara. 

Suele afectar a la parte baja de la espalda, el cuello, los hombros, la parte posterior de la cabeza, parte superios del pecho y/o los muslos, aunque puede afectar a cualquier parte del cuerpo. 

Es parecido al dolor articular aunque la fibromialgia no es una enfermedad articular, es una enfermedad que afecta a los músculos y al tejido fibroso. 

Las personas que sufren de fibromialgia dicen que sienten un dolor palpitante , quemante, punzante, suelen decir en la consulta que les duele todo el cuerpo. 

El dolor y la rigidez son más pronunciados en horas de la mañana, y pueden ir acompañados de dolor de cabeza crónico, sensaciones extrañas en la piel, insomnio, síndrome de intestino irritable, ansiedad, palpitaciones, deterioro de la coordinación, entre otros. 

Actividades como levantar objetos y subir escaleras se vuelven difíciles y dolorosas, así que el estrés, cansancio, la ansiedad y la depresión, con el tiempo, suelen formar parte del mismo cuadro. 

El rasgo más característico de la fibromialgia es la presencia de “puntos especialmente sensibles al tacto”; se trata de dieciocho puntos específicos donde los múculos presentan una sensibilidad anormal al tacto y tienden a aglutinarse alrededor del cuello, hombros, pecho, rodillas, codos y caderas. 

La mayoría de las personas que sufren fibromialgia también tienen un problema de sueño que consiste en que los periodos de sueño profundo son interrumpidos por lapsos de actividad cerebral similar a la de las horas de vigilia, lo que significa que la persona duerme mal. Por tanto, no sorprende que tambén sufran fatiga crónica al mismo tiempo. 

La intervención como médico integrativo será establecer una buena alimentación con una dieta alcalina, desintoxicante y antiinflamatoria, evaluar la probiótica intestinal, que ejerce una gran influencia en esta enfermedad, para así poder regularla; tambien tratar la parte apsicofectiva ya que con ella mejora mucho la enfermedad y, al mismo tiempo, incidir en el dolor característico de la propia enfermedad, que afecta tanto al tejido fibroso como a los músculos. 

Debido a que las personas que sufren de fibromialgia presentan con frecuencia problemas de absorción de los nutrientes, es preferible tomar vitaminas y suplementos para compensar las posibles carencias, siempre consensuado con el médico especialista en medicina integrativa. 

Algunos ejemplos de los nutrientes que pueden  ayudar a cubrir estas carencias son:  

  • Coenzyme Q10: mejora la oxigenación de los tejidos, aumenta la eficacia del sistema inmunológico y protege el corazón. 
  • Lecitina: promueve la energía, aumenta la inmunidad, ayuda a la función cerebral y mejora la circulación. 
  • Ácido málico y Magnesio: intervienen en la producción de energía de muchas de las células del organismo, incluyendo las de los músculos.  
  • NADH: aumenta los niveles de energía. 
  • Enzimas proteolíticas: reducen la inflamación y mejoran la absorción de los nutrientes. 
  • Vitamina A más carotenos: neutralizan radicales libres protegiendo las células corporales y aumentan la función inmunológica. 
  • Vitamina C con bioflavonoides: poderoso efecto antiviral y aumentan el nivel de energía del organismo. 

También es importante seguir algunas recomendaciones generales desde el punto de visya integrativo: 

  • Haga una dieta equilibrada que incluya, en su mayor parte, vegetales, frutas, granos enteros, nueces crudas y semillas, pavo o pollo sin piel, salmón, atún, trucha y sardinas. 
  • Incluye pomelo y su zumo en tu dieta, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. 
  • Haga cuatro o cinco comidas pequeñas al día para garantizar un ingreso constante de proteinas y carbohidratos, necesarios para el correcto funcionamiento de los musculos. 
  • Beba abundantes líquidos para eliminar del organismo las toxinas (agua, té o zumo). 
  • Limite el uso de pimiento verde, berenjena, tomate y patata, ya que contienen solanina y puede ocasionar dolor y malestar. 
  • No consuma carne roja, productos lácteos ni alimentos ricos en grasas saturadas, así como falimentos fritos y procesados, mariscos y productos elaborados con TRIGO (pan, pasta). 
  • Elimine de la dieta la cafeína, el alcohol y el azúcar. 
  • Haga ejercicio con regularidad y con moderación: caminar cada día un rato y complementar con ejercicios suaves de estiramiento, ayudan a mantener los múculos flexibles y previene la rigidez de las articulaciones. 
  • Descanse lo suficiente: por lo menos entre 7-8h cada noche. 
  • Empiece el día con una ducha de agua caliente y alternarLA con agua fría: estimula la circulación y alivia la rigidez que experimenta por la mañana. 

Lo más beneficioso en casos de fibromialgia es cuidar su dieta, hacer ejercicio y utilizar suplementos nutricionales, siempre bajo supervisión médica.