DE LOS OLIGOELEMENTOS TENEMOS QUE SABER QUE…

  • Los oligoelementos son elementos químicos imprescindibles para el correcto funcionamiento de las células, ya que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Un sistema inmune fuerte es capaz de reponerse mejor de enfermedades.

  • Poseen importantísimas funciones biológicas a pesar de que están presentes en pequeñas cantidades.

  • El organismo es incapaz de sintetizarlos y debe tomarlos de su medio ambiente.

  • Su importancia biológica es tan alta que podemos decir que el organismo no puede realizar sus ciclos vitales en ausencia de ellos y que además poseen una especificidad en sus funciones, lo que implica que uno no puede ser sustituido por otro.

  • Las funciones de cada uno de los oligoelementos son muy amplias (algunas se desconocen todavía) y los alimentos en los que podemos encontrarlos son muchos.

Nos encontramos, por tanto, ante elementos que, a pesar de su escasa cantidad, van a estar relacionados con casi todas las funciones vitales. Su ausencia va a ser incompatible con la vida y su carencia o alteración se va a acompañar de numerosos trastornos.

ALGUNOS DE LOS MÁS IMPORTANTES SON (citaremos sólo sus fuentes alimentarias vegetales):

– CALCIO: El calcio es el mineral más abundante en nuestro cuerpo y cumple una importante función estructural en nuestro organismo al ser parte integrante de huesos y dientes. Además, ayuda a restablecer el equilibrio del sistema nervioso y regula la coagulación de la sangre.

Alimentos: Vegetales de hoja verde (berzas). Leguminosas (legumbres, soja). Cacahuetes, nueces. Agua de consumo.

COBALTO: Es importante para combatir la anemia, osteoartritis, fatiga crónica, alergias y migrañas.

Alimentos: Cereales, algas, levadura de cerveza.

COBRE: Es indispensable para la formación de los órganos y previene infecciones respiratorias, además de combatir reumatismos. Es antioxidante e interviene en la formación de anticuerpos.

Alimentos: Levadura de cerveza, copos y germen de trigo, chocolate.

SELENIO: Defiende frente a los radicales libres, estimula el sistema inmunológico, anticancerígeno (numerosos estudios en diferentes países señalan que la tasa de cáncer aumenta cuando se reducen los niveles de selenio) y protector del corazón (junto con las vitaminas B, C y B1).

Alimentos: cebada, arroz integral y copos de avena.

– FLÚOR: Participa en la formación de huesos y esmalte de dientes. Combate la osteoporosis, la debilidad de las uñas, la caída del cabello y la caries.

Alimentos: patatas, albaricoque, col, ajo, cebolla, cereales integrales.

– ZINC: Es importante para la cicatrización de las heridas, para la generación de colágeno y elastina en la piel y regula el tránsito intestinal.

Alimentos: Germen de trigo tostado, semillas de calabaza y sandía, cacao.

– FÓSFORO: Indispensable para las personas que sufren estrés o fatiga, una de sus tareas es la formación de huesos y dientes, así como la de asimilación de proteínas.

Alimentos: Cereales integrales, frutos secos.

– MANGANESO: Tiene una importante misión antioxidante, por lo que es útil en infecciones, alergias, dolores articulares y también para evitar pérdidas de peso y dermatitis.

Alimentos: Té, clavo, cardamomo, jengibre, salvado de trigo, espinaca.

– YODO: Su ingesta previene la debilidad muscular, hipertensión arterial, hipotiroidismo, reumatismo y estados de ansiedad. Estimula el metabolismo de grasas, previniendo la obesidad y participa en la obtención de energía, en el desarrollo del cerebro y es tónico circulatorio.

Alimentos: Alga kombu, alga hijiki, alga wakame, sal yodada.

– POTASIO: Es muy útil en el caso de padecer trastornos cardiovasculares y alergias, así como para enfermedades autoinmunes.

Alimentos: Plátanos, kiwi, melón de cantalupo, limón, naranja o pomelo, tomates, ciruelas y albaricoques -cuando están secos, poseen mayor cantidad de potasio-, brotes de soja, cereales integrales, leguminosas, brócoli, patatas, habas, nueces.

– HIERRO: Participa en la formación de hemoglobina (transporte de oxígeno) y de neurotransmisores y es necesario para la correcta actividad de las vitaminas del grupo B y para obtener energía a partir de los carbohidratos.

Alimentos: semillas de sésamo, algas marinas, alfalfa germinada, levadura de cerveza, mijo, soja.

– LITIO: Regula el sistema nervioso, equilibra los estados maníaco-depresivos, hiperemotividad, ansiedad, angustia, etc.

Alimentos: Agua mineral, agua de mar, arcillas, cereales integrales y germinados, romero, tomillo, lavanda.

Eso sí, recuerda que esta información es orientativa y que, en caso de tomar suplementos, nuestro consejo es que te pongas en manos profesionales especializadas, sobre todo en caso de enfermedad o en caso de estar tomando medicamentos (ya que tanto los minerales como las vitaminas y otros nutrientes tienen acción biológica que puede interferir con las medicaciones).