Descubre en el siguiente artículo cual es la relación del azafrán y el equilibrio emocional. 

El equilibrio emocional es igual de importante que cuidarse físicamente.  

Debemos ser conscientes de que ser capaz de elegir cómo sentirnos en cada una de las situaciones que vivimos, es una de las habilidades de la inteligencia emocional, y que reconocer y aceptar nuestras emociones, sobre todo cuando se manifiestan desagradables, es sinónimo de equilibrio emocional.  

No obstante, cuando las emociones negativas se alargan en el tiempo y sobrepasan las positivas, se produce un desequilibrio emocional y, como consecuencia, un bajo estado de ánimo.  

En este sentido, existen plantas que ayudan al equilibrio emocional y a mantener el estado de ánimo, entre las que se encuentra el Azafrán.  

La flor del azafán corresponde a la especie botánica Crocus sativus L. de la familia Iridaceae. El nombre genérico proviene de la palabra griega “Kroke”, filamento, en alusión a la parte utilizada (estigma). El nombre específico sativus expresa su condición de planta cultivada. 

 Sus principales componentes son el safranal, principal responsable del aroma del azafrán, y la crocina, carotenoide responsable de su color característico. El olor distintivo aparece durante el secado y almacenamiento del azafrán. 

Diversos estudios científicos avalan sus efectos para indicaciones terapéuticas muy distintas.  

Con una eficiencia probada por estudios clínicos, hay una serie de evidencias de las propiedades beneficiosas del azafrán para mantener una buena salud mental.  

Algunas de ellas son: 

  • Su enorme potencial en el tratamiento de alteraciones del ánimo es una de sus prodigiosas y menos conocidas propiedades. El causante es uno de sus compuestos, el safranal, un regulador de los niveles de melatonina, la hormona responsable del sueño, pero también de los estados de ánimo. En diversos estudios se ha podido comprobar que aquellas personas que tomaban azafrán, al menos durante 6 semanas, experimentaban un ánimo más positivo y menos sensación de tristeza. 
  • Fuente de vitaminas (vitamina C, vitaminas B1, B2, B3, B6 y B9) y minerales (como magnesio, potasio, hierro, zinc, sodio y fósforo). 
  • Alivia el síndrome premenstrual: un estudio publicado en An International Journal of Obstetrics and Ginaecology demuestra que después de tomar extracto de azafrán durante 3-4 ciclos menstruales, las mujeres muestran menos molestias, mejor estado de ánimo y menos depresión premenstrual.  En particular se observaron mejoras en el estado de ánimo, los dolores y la sensibilidad de las mamas. 
  • Mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje, así como protege el bienestar neuronal: el azafrán tiene dos características que lo convierten en un buen aliado de las neuronas: tiene mucha afinidad por las células nerviosas y además es antioxidante. Esas dos cualidades juntas se ha visto ayudan a aliviar la sintomatología en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer. 
  • Combate radicales libres gracias al poder antioxidante de dos de sus componentes: la crocina y el safranal. El uso habitual del azafrán protege los tejidos corporales (especialmente el cerebro, el corazón, el hígado, los riñones y los pulmones) frente a los compuestos tóxicos naturales o artificiales. 
  • Aumenta el flujo sanguíneo en la retina facilitando la recuperación del ojo y ayudando a aliviar la degeneración macular relacionada con la edad. 
  • Cuida la salud cardiovascular y normalizar la tensión en casos de hipertensión arterial. 
  • El azafrán se puede utilizar para favorecer el control de peso, pues ayuda a disminuir el apetito. 

Como podéis comprobar, la naturaleza pone a nuestro alcance una diversidad infinita de recursos que contribuyen a la mejora de nuestro bienestar.  

Es importante entrenar a nuestro cerebro para que aprenda a pensar en positivo y nos ayude a ver la vida con más optimismo. Aunque en algunos momentos nos podemos entristecer hay que recordar que es ahí donde plantas, como el azafrán, nos pueden ayudar a dar un empujón de positivismo a nuestros pensamientos.