Ahora hace un año que comenzó la pandemia del Covid-19 y nuestra vida ha cambiado, y mucho. 

Vivimos un confinamiento de más de dos meses muy duro en muchos aspectos: restricción de libertad de movimientos, confinamiento, noticias que nos hacían tener miedo, incredulidad, incertidumbre, sin poder ir a ver a los padres, los hijos, los amigos. Poco después de los primeros tres meses de pandemia pareció que la situación mejoraba y en pleno verano pudimos salir y tener una cierta sensación de libertad y de nueva normalidad, situación a la que nos conformamos, viendo de donde veníamos. Pero a partir de septiembre vimos que no era real, volvía con fuerza esta pandemia otra vez y oímos que esto no acabaría nunca, sin ver el final de este mal sueño. 

Las noticias no paran de bombardearnos con informaciones que no son muy positivas, con cifras de contagios, de muertos, de aquí y de todo el mundo; advertencias de no salir si no es necesario, de no ir a ver a nuestros familiares, a nuestros amigos, de quedarnos en casa los fines de semana, se impone teletrabajar, convirtiendo nuestro casa en nuestro lugar de trabajo y, muchas veces, sin salir en todo el día en la calle; nuestros estudiantes universitarios haciendo las clases desde casa online y compartiendo el mismo espacio, sin poder ver a sus compañeros ni vivir la experiencia universitaria como lo hemos entendido siempre. Y otros, vamos de casa al trabajo y del trabajo a casa. Día tras día, y eso cansa, y cansa mucho. 

Todo lo que nos ha tocado vivir: confinamiento, distanciamiento social, teletrabajo, incertidumbre sobre nuestro futuro laboral y económico, nos ha generado lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado fatiga pandémica. Se observó que después de meses de sufrir la pandemia del Covid-19 ha generado en más del 60% de la población mundial un aumento de los síntomas relacionados con la ansiedad, la depresión, y un agotamiento físico y emocional muy importante. 

Esta situación nos hace sufrir por nuestra salud y la salud de las personas que queremos, nos hace tener miedo de contraer la Covid-19, por nosotros y por los demás. Y todo esto, nos hace caer poco a poco en un estado malhumorado, crispado, desanimado, cansado, desilusionado, generando un estrés permanente. 

Podemos decir, que esta fatiga pandémica nos genera bloqueos emocionales y no podemos esperar que el tiempo los solucione por sí mismo, porque se pueden cronificar y derivar en ansiedad y depresión. 

Desde el Centro de Medicina Integral Dr. Jordi Forés os queremos acompañar en la gestión de estas emociones y en la disolución del estrés derivado de la situación excepcional que estamos viviendo. Con el método Wingwave® podemos deshacer todos aquellos bloqueos emocionales que no nos dejan avanzar, que nos paralizan a la hora de afrontar nuevos retos, que nos impiden comprender situaciones familiares, laborales … que nos generan malestar e incluso nos llevan a adquirir pequeñas adicciones que desequilibran nuestra dieta. 

El método Wingwave® es un coaching de rendimiento y de emociones. En pocas sesiones se consigue reducir el estrés, aumentar la creatividad, el bienestar mental y la resiliencia. El Wingwave® se basa en la estimulación hemisférica bilateral, la programación Neuro Lingüística (PNL) y la prueba miostática. Estos tres elementos hacen que este método sea eficaz, profundo, rápido y perdurable, ya que permite identificar los detonantes del estrés conscientes e inconscientes y a partir de ahí poder desactivarlos. Todo esto hace que sea el método de coaching más avalado en investigaciones científicas. 

Mi formación y experiencia me han demostrado que el método Wingwave® es una herramienta excelente para regular el estrés, mejorar la autopercepción, aumentar el carisma, identificar y cambiar creencias limitantes, de manera que se pueda crear una sólida base de creencias emocionales estable, que permitirá resistir las situaciones de estrés mental más comunes. 

Esta pandemia nos ha generado múltiples emociones que no siempre hemos sabido gestionar, esta situación incierta y desconocida nos ha llevado a poner en peligro nuestro bienestar a todos los niveles. 

Ha llegado el momento de cuidar de nuestra salud, entendida de manera holística, empezando por una medicina preventiva que nos permita afrontar nuestro día a día desde un estado más saludable y un cuidado de nuestro bienestar emocional que nos dé las herramientas necesarias para poder regular cualquier tropiezo que tengamos que afrontar. 

No podemos evitar sentir, pero sí podemos cambiar la forma de gestionar todo lo que sentimos. 

Jordi Forés Médico 

Pilar Garcia #pilarcoachingwingwave